“La edición artesanal viene creciendo a pasos agigantados”
Por primera vez con stand propio, un colectivo de editoriales artesanales se presenta en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Diálogo con Matías Cukierman, de la editorial Amauta&Yaguar.
“La Gráfica que habla”, grupo que conforman las editoriales El Vendedor de Tierra, Kalos, Charco, Amauta&Yaguar y Buchwald, desembarca en el espacio Nuevo Barrio del Pabellón Amarillo de la FILBA. El stand 2105, uno de los doce que cuenta con invitación de la Fundación el Libro, se poblará de ediciones únicas, hechas a mano, mostrando en sus publicaciones una amplia y diversa oferta de texturas, cubiertas, papeles, encuadernaciones y tipografías.
Los y las editoras de las artesanales vienen haciendo un recorrido por diversas ferias a lo largo y ancho del país en todo el año. En ese andar, que se acrecentó en el último tiempo, surgieron algunos colectivos, entre ellos el que será parte de la 48° de la Feria que comienza el próximo 25 de abril y se extenderá hasta el 13 de mayo.
“El colectivo La Gráfica que habla surgió como una reunión de proyectos amigos. Se fue dando paulatinamente con la intención de que cada uno de los proyectos que lo integra pueda crecer a partir de la ayuda mutua que nos podamos brindar. Generalmente vamos a las mismas ferias, ahí se conformó una amistad y se buscó una manera de hacer que los proyectos crezcan en simultáneo”, dice Matías Cukierman de la editorial Amauta&Yaguar.
- ¿Cuáles son las expectativas del colectivo para esta Feria?
- Las expectativas con la Feria son un poco ambiguas, este es un año particular. Sabemos que desde la Fundación El Libro están diciendo que calculan que la gente no va a comprar tantos libros como antes, pero para nosotros es una oportunidad porque un stand con editoriales artesanales es algo que hasta ahora no se había visto.
Apostamos a llevar lo que tenemos, a mostrar una forma diferente de hacer y vincularse con los libros. Ya la posibilidad de estar participando nos parece un montón. La Feria de Buenos Aires es una puerta abierta a mucha gente de acá y de otros países que en otro contexto no nos podría conocer.
- ¿Qué caracteriza a este grupo editorial, además de su condición artesanal?
- El volumen de producción que podemos tener las editoriales artesanales, que hacemos los libros a mano, capaz no es suficiente para pensar la posibilidad de estar en la Feria del Libro. Por eso hemos aplicado como colectivo. En general somos editoriales de poesía, pero también de filosofía, ensayo y arte como en el caso de Buchwald; o libros visuales, libro-objeto en el caso de la editorial Charco. Con nuestras ediciones lo que tratamos de proponer es un modo diferente de lectura, un vínculo más estrecho con lo material.
- ¿Van a presentar novedades?
Charco publica para la feria El pabellón de las rosas, un libro de Laura Forchetti y Eliset Nomdedeu, sobre la prostitución, pero visto desde un lugar disruptivo, desde el arte y la subjetividad en los documentos que dan cuentan de esta actividad ejercida por mujeres en Coronel Dorrego y de alguna manera en otras localidades vecinas de la provincia de Buenos Aires. Es un libro textil, fotografiado, con encuadernación cartoné y costura francesa de papel de alto gramaje, cubierta en gabardina bordada y vinilizada.
La editorial Kalos llega con Encuentro de diez mujeres en el haiku, poemas escritos por mujeres japonesas entre los años 1600 y 1950. Es una edición de 80 ejemplares en papeles Canson y Okawara, impresos con tipografía y de forma invertida, para ser leídos de derecha a izquierda.
Buchwald, por su parte, publica La metamorfosis de las plantas de Goethe. Un ensayo científico-literario sobre la unión, el cambio y la individualidad a través de las plantas. La tapa de esta edición de 30 ejemplares incluye unas acuarelas botánicas hechas por el mismo Goethe.
- ¿Cómo ven el contexto actual del sector, desde su perspectiva artesanal, en relación al consumo, a los precios?
- Hay una lucha interna que tenemos nosotros los artesanales en cuestión del PVP, que tiene que ver con pensar cuánto valoramos nosotros mismos nuestro trabajo, que a veces no está reflejado en lo que termina saliendo un libro. La mayoría de las editoriales artesanales tiene precios similares, un poco por debajo de lo que está un libro industrial, a pesar de todo el trabajo que conlleva cada ejemplar.
Pero más allá de eso, lo que observo es que la edición artesanal ha venido creciendo a pasos agigantados, al punto de que ya apareció un segundo colectivo de editoriales artesanales y se acaba de realizar la segunda Feria de Editoriales Artesanales en Villa Ballester, con lo cual hay un núcleo cada vez mas grande.
Desde que nosotros empezamos, hace siete años, (y hay proyectos anteriores a nosotros también), es cada vez mas grande la edición artesanal. Además también va creciendo en otras provincias.
La edición artesanal hoy tiene una oportunidad, dentro de la desgracias, podemos producir y de alguna manera, como hacemos tiradas mas cortas, también podemos subsistir o agarrarnos mejor del suelo para que el vendaval económico no nos lleve por delante.